lunes, 7 de abril de 2014

HAY FUTURO

 

Saludos.

Miren ésta imagen.

Escuela Antonio Puerta

Son los chavales de la Escuela de Fútbol Antonio Puerta que ayer, antes del partido contra el Espanyol de Barcelona, invadieron el campo para recibir, con todo merecimiento, la ovación masiva del sevillismo.

Miren… me emocioné.

Y lo hice porque logré adivinar que allí abajo, sobre el césped, andaban cogidos de la mano algunos jugadores de la élite del futuro, de la primera plantilla del Sevilla y de otros varios equipos europeos.

Porque algunos de ésos críos, cuando sean mayores, famosos, crack mundiales y les entrevisten los grandes medios, enseñarán las fotos que les tomaron ése día y dirán de dónde salieron.

Porque la imagen del poderoso frente avanzando me trajo un sinfín de asociaciones mentales.

Porque… me pareció muy hermoso.

Pero no termina ahí la cosa. Una vez concluido el acto, los subieron al voladizo de preferencia (donde les habían reservado unas cuantas filas de asientos), justo a mis espaldas. Chicas y chicos, todos juntos y revueltos.

El partido fue apoteósico para la masa de “enanos” (con perdón), porque ganamos y cantaron cuatro goles.

Pero vayamos por partes. El griterío infantil en nada tuvo que envidiar a las vuvuzelas africanas. En nada y los tenía justo detrás de mis orejas.

Comen como descosidos: pipas, patatas fritas, gusanitos, zumos… y los bocatas que amorosamente les suministraban los padres. A tres carrillos. Algunos las salchichas del Estadio, con tomate y mostaza, que desaparecían, literalmente, en segundos.

Por supuesto, todos los restos iban a caer en los inquilinos de la fila de delante, es decir, mis amigos del Área de Historia y yo.

Gozoso martirio, no obstante.

¡Qué manera de comer! De devorar, mejor.

Pero lo más increíble eran los comentarios de los críos, el conocimiento de todos y cada uno de los jugadores, los escorzos para rematar desde el asiento, es o no falta (que lo es), algo al árbitro (aún tienen que madurar)…

Y cantar los goles abrazándose en manojitos de tres y cuatro, con pasión, con intensidad, con la emoción propia de los adultos.

Cuando marcábamos, me volvía y al modo baloncesto, nos estrellábamos las manos para celebrarlo.

¡Qué espectáculo!

Ayer, en Nervión, fui testigo directo de que la Cantera no se agota y de que Utrera Road Factory seguirá siendo un filón… de emociones.

Cuidaros.

SEVILLA F.C. DESDE 1890

2 comentarios:

EL PAPI MAGASE dijo...

Hermano por un momento me has recordado al chiste de gandia del niño de los garbanzos,cuando dices lo de las migajas vertidas a los espectadores de delante,precioso post y futuro asegurado para el viejo de cerquita de los 125,un abrazo anancondiano,tengo que verte ya que el mono se sale de la jaula y esta descontrolao,semana clave para los intereses de nuestro sevilla football club 1890.

Jose Manuel Ariza dijo...

Saludos.

Gracias, grandullón.

Somos grandes (desde niños) y llevamos muchos años demostrándolo.

Un abrazo y cuídate.